El programa gratuito que entrenó a puertorriqueños en construcción
Cada mañana de lunes por ocho semanas, Jasiret Serra Hernández, de 42 años, dejó a un lado la pistola de tatuar para martillar, serruchar, taladrar y atornillar junto a otras mujeres como parte de un programa completamente pago que le ayudaría a alcanzar su deseo de ser autosuficiente.
“Yo llevo tomando cursos básicos porque, a raíz de lo que pasó con (los huracanes) Irma y María, como la naturaleza de mi trabajo no tiene nada que ver con la construcción, yo quería ayudar a la comunidad, a cualquier necesitada. Me vi atada porque no tenía los conocimientos. Ahí fue que nació ese interés de lo manual, de aprender de construcción y reconstrucción”, explicó la dueña de Inked Bubbles Tattoo Studio, en Comerío.
Serra Hernández formó parte de un grupo inicial de 75 solicitantes becados por el proyecto ConPRmetidos Construimos, una iniciativa emprendida por la organización sin fines de lucro ConPRmetidos con el objetivo de acelerar esfuerzos de reconstrucción en la isla tras la inestabilidad ambiental y económica de la última década.
- El grupo de Serra Hernández, entrenadas por el taller educativo para mujeres y niñas Albanistería en La Brega fueron aceptadas al programa luego de someter un formulario de solicitud, y participaron de sesiones de adiestramiento en destrezas manuales, como ebanistería, plomería y reparaciones eléctricas, por un término de múltiples semanas sin costo a su bolsillo.
“Realmente, el grupo fue bien diverso. Habían jovencitas que, a lo mejor, no pasaban de 21 o 22 años. Habíamos personas mayores, había madres y personas como yo que no tenemos hijos”, explicó la artista.
“Había personas que ya trabajaban con su pareja o su papá, o algo relacionado, y se incorporaban a hacer algo en una compañía un poco más profesional. Había otra que estaba allí con su hija, por tener ese conocimiento básico de las tareas que usualmente se las atribuyen a los hombres en la casa. Dentro de todo, todas coincidimos en que queremos ser autosuficientes y no depender tanto de buscar a alguien que haga esto cuando yo puedo tener el conocimiento, las herramientas y la facilidad de hacerlo”, puntualizó.
¿Clases de construcción? ¿Por qué y para quién?
Albanistería en La Brega, con el apoyo de la entidad de ayuda a la mujer Casa Juana Colón, fue uno de cuatro centros de proveedores de servicios alrededor de la isla que intermediaron para que los fondos becados, en su mayoría federales o adquiridos mediante recaudaciones, se tradujeran en clases para los estudiantes.
Otros centros incluyeron:
- Instituto de Carpintería, en Toa Baja: Instituto de cursos cortos, ofreció dos cursos de carpintería y uno de ebanistería
- PRoTechos, en San Juan: Organización sin fines de lucro, ofreció cursos de carpintería
- Atrévete Hazlo, en Arecibo: Instituto especializado en construcción, impartió cursos de carpintería
“Hay muchos fondos federales que están bajando desde María, desde (el huracán) Fiona, desde los terremotos. Hay muchos proyectos que no se han podido ejecutar. Además de mil otras cosas, una de las razones principales es porque las compañías de construcción no pueden hacer licitaciones porque no tienen el talento”, expuso Aurora Hernández Galliano, gerente del proyecto.
- Según cifras de la Asociación de Contratistas Generales de Puerto Rico (ACGPR), aproximadamente 35,000 empleados forman parte de la industria de construcción formal hasta la fecha. Estimados provistos por Hernández Galliano indican que se deben sumar más de 50,000 trabajadores a la fuerza laboral para mitigar la baja en la empleo.
“Cuando impactó a Puerto Rico el huracán Fiona, en 2022, nosotros hicimos una campaña de recaudación de fondos y como más de $60,000 fueron invertidos en el impacto inmediato por la emergencia. Los otros fondos los guardamos para, luego en 2023, idear cuál iba a ser ese proyecto que iba a crear un impacto duradero, a largo plazo. Nosotros queríamos que el proyecto fuera algo integral, que ofreciera capacitación, que ofreciera desarrollo de habilidades”, especificó la directora.
Por los números
¿Cuáles son los próximos pasos?
El modelo de ConPRmetidos Construimos es expandible, por lo que se pueden superar los desafíos del programa y se puede implementar a mayor escala alrededor de la isla con una inyección robusta de capital.
- Uno de esos desafíos principales yace en las relaciones con los empleadores, ya sea por negociaciones del sueldo a empleados o problemas de transportación (por ejemplo, por la lejanía de las construcciones a los potenciales empleados).
“Nosotros seguimos buscando fondos. Este primer proyecto piloto, como quien dice, fue con fondos de individuos, también fondos de bancos, así que estamos súper agradecidos con ellos por eso. Necesitamos buscar más fondos para poder hacer ese segundo cohorte, como quien dice, de tratar de apoyar a 75 más participantes”, reconoció Hernández Galliano.
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Pese a los retos, ConPRmetidos Construimos continúa aceptando solicitudes para la próxima ronda de becas para educación en industrias manuales. ¿Quieres conocer más sobre el programa y definir si estás puesto pa’l problema? Entra a su portal informativo.