El mundo medicinal de los hongos de Wild Culture Mushrooms y sus beneficios
En el municipio de Aguada se encuentra Wild Culture Mushrooms, la primera y única granja y mercado de hongos medicinales de Puerto Rico, con el compromiso de promover los beneficios de estos alimentos para la salud.
El negocio, estilo cafetería, ofrece una amplia variedad de comidas, postres y bebidas infusionados con champiñones frescos y productos derivados como hongos en polvo, extractos, entre otros.
Max Rosales y Micku Murgolo – un matrimonio de origen venezolano dedicado a la micocultura, el cultivo de los hongos, impulsaron este mercado innovador en la isla tras aprender del mundo de los hongos medicinales por su uso en la medicina china en Beijing, donde casualmente se conocieron.
Residieron en Tailandia durante cinco años y allí aprendieron sobre el comercio del cultivo controlado de hongos.
Luego, se mudaron a Puerto Rico y decidieron emprender al observar la falta de auto sustento alimenticio en la isla.
“Para la pandemia y los terremotos, [muchas personas] comenzaron a cultivar (alimentos) porque había escasez y necesidad”, recordó Murgolo.
Se cuestionaron por qué no hacerlo. Para su sorpresa, se encontraron con una clientela que conocía sobre “mycoculture” y que apreció su iniciativa para llenar ese vacío mercantil en la isla.
Los beneficios de los hongos como medicina y producto alimenticio
Según Wild Culture Mushrooms.com, la granja aguadeña cultiva unos seis tipos de hongos:
- Melena de león: apoya la función cognitiva y el sistema nervioso.
- Reishi: ayuda al sistema inmunológico y a conciliar el sueño.
- Chaga: contiene propiedades antioxidantes, antivirales y ayuda al sistema digestivo.
- Cordyceps: considerado un afrodisiaco natural, aumenta la energía y ayuda a la producción de testosterona.
- Cola de pavo: apoya el sistema inmune, la salud intestinal y tiene propiedades anticancerígenas.
- Setas de ostras: sirve como antiinflamatorio y regula los niveles de azúcar en la sangre.
Para asegurar un producto de calidad y conservar su filosofía eco amigable, incorporaron el uso de la energía solar, empaquetados compostables o de cartón y sustrato agotado de champiñón para abonar el cultivo.
“Los hongos son como un filtro de la naturaleza. El hongo absorbe lo que le rodea. No coexiste de manera limpia. Un hongo al lado de una carretera no sería apto para consumir, (pero) si uno ve ese hongo en el medio del Yunque, ya son otros veinte…”, puntualizó Murgolo sobre la importancia del origen de los hongos.
La calidad de los champiñones asegura que tengan los mejores sabores para la confección de platos y bebidas, así como para la producción de derivados que ofrecen a los clientes una amplia diversidad de opciones de consumo.
“Es cuestión de tener creatividad y de ver cómo es el estilo de vida de la persona”, mencionó la copropietaria.
Igualmente, ofrecen talleres de cultivo de una variedad de hongos, ya que entienden la importancia de la educación y la desestigmatización de estos alimentos medicinales y altos en proteína vegetal.
“Educar es tan fundamental. Para quienes no están abiertos al consumo del hongo, déjame cambiarte la perspectiva”, retó Murgolo.
Expansión a San Juan
Al notar un pequeño boom en la industria de los hongos y setas a nivel local y una mayor demanda por sus productos por parte de diferentes restaurantes, como Flora en Aguadilla y Ariel en San Juan, los propietarios decidieron abrir una segunda localidad en Santurce, que les ayudará a tener un sistema más práctico para llegar a toda la isla.
El espacio nuevo también les ayuda a llegar a esos clientes que deseen probar sus mico-lattes y comprar sus hongos frescos.
El nuevo local promete una experiencia más interactiva que permitirá a los consumidores educarse acerca de los beneficios del hongo.
El periodista Luis Alfaro Pérez colaboró en esta historia.