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¿Por qué tenemos en Puerto Rico un Festival del Frío?
Te contamos cómo se originó este peculiar evento en Adjuntas, uno de los pueblos más fríos de la isla.
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¿Te imaginas levantarte a las 7:00 de la mañana con 53º F, rodeado de montañas y observando la neblina? Ya los gallos cantaron y se escuchan los ruiseñores, los caballos se preparan para su primer paseo y los más atrevidos se alistan para su chapuzón mañanero en el río o en la piscina.
Así es el ambiente para estas fechas en la Hacienda Villa Sotomayor en Adjuntas, que se prepara para el 17mo Festival del Frío, del 21 al 23 de febrero, con más de 30 mil visitantes.
Te contamos dónde nace esta tradición y qué esperar de este festival, uno de los más curiosos que se celebran en Puerto Rico.
¿Cómo nació el Festival del Frío?
El Festival del Frío nació de una idea del cardiólogo adjunteño Luis Román Irizarry, quien lo vio como una forma de atraer visitantes y crecimiento económico al pueblo que lo vio nacer, contó a Platea Milton Ramos, uno de los propietarios de Hacienda Villa Sotomayor, donde se realizará el evento.
Adjuntas es, además, uno de los pueblos más fríos de Puerto Rico, aunque sus temperaturas no sean tan frías como el invierno en otros países. La temperatura más baja registrada en Adjuntas es de 40º F, un récord que comparte con Aibonito, según datos del Servicio Nacional de Meteorología y la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA). Esta última tiene uno de sus medidores de temperatura precisamente en la Hacienda Villa Sotomayor.
“(El festival) nace de una idea del Dr. Román Irizarry, que va a recibir un reconocimiento este fin de semana (en el evento)… Estamos usando el festival para fortalecer el área del pueblo de Adjuntas económica y socialmente. Parte de lo que es el festival se comprometió a hacerle una donación al Club Adjunteño para que puedan seguir aportando a otras organizaciones dentro del municipio”.
A partir de esa idea y en unión con el Club Adjunteño –que agrupaba a adjunteños que ya no viven en Adjuntas, pero que querían tener un impacto positivo en su pueblo–, se crea el festival. Inicialmente, era en la plaza de Adjuntas, pero en 2009, ante el crecimiento del evento, comienzan a celebrarlo en el entonces Parador Villa Sotomayor. Este espacio fue adquirido el año pasado por Ramos y tres socios más y lo convirtieron en la Hacienda Villa Sotomayor.
Un festival en crecimiento
Aunque no tiene cifras específicas del impacto económico del festival, Ramos destacó que el evento recibe más de 30 mil personas en sus tres días. “Todos los hoteles están llenos en Adjuntas, los Airbnb… Tenemos el hotel lleno y más de 130 casetas de personas acampando”, destacó el empresario.
El festival inicia el viernes y recibirá a estudiantes de 53 escuelas, algunas de las que participarán en una feria científica de temas relacionados al frío que se exhibirán en el evento.
Además de la tradicional despedida del frío el sábado en la noche, cuando se lanza una yagua de palma con velas en el charco La Luna y se realiza un cántico de despedida, se ofrecerá el famoso sopón.
Tendrán machinas, charlas, juegos, unos 150 artesanos, 34-40 quioscos y ofrecimientos musicales. También tendrán una competencia de trovadores el domingo y se realizará por primera vez una carrera 5K del frío, que inicia a las 7:00 de la mañana. El cierre del evento está en manos de Algareplena.
Una hacienda, múltiples actividades
Además de este festival, que tendrá zona de acampar y eventos especiales, la Hacienda Villa Sotomayor cuenta con caballos para paseos, finca con cultivos (café, guineos, plátanos y hortalizas, que se utilizan en el restaurante de la hacienda), dos piscinas (una para adultos y otra para niños), una cancha de beach tenis, el río y 25 cuerdas de terreno.
“Hay personas que llegan en caballo y deciden pernoctar, y dejan los caballos en el área del establo. Los caballos tienen su Airbnb”, dijo Ramos.
Próximamente, quieren tener cultivos de tabaco y un espacio para conocer el trabajo de los torcedores y cómo es el procesamiento de este cultivo, que fue tan importante para el Puerto Rico preindustrial. También están construyendo una cancha de pickleball.
“Recientemente, adquirimos unas propiedades en el pueblo cerca de la plaza para extender el hotel hacia esa área, ofreciendo la experiencia de estadía en propiedades construidas en los años 1930. Comenzaremos las renovaciones en abril… Me preguntan: ¿cómo puedes apostar a Adjuntas? Algunos piensan que no hay mucho por hacer. La realidad es que la demanda y la experiencia se crean. La gente está buscando experiencias”.
Otro de los proyectos pendientes es la renovación de varias propiedades en el área de la plaza de Adjuntas, que queda a unos cinco minutos en carro desde la Hacienda.
También esperan anunciar un proyecto especial de agricultura en colaboración con residentes de Adjuntas.