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Sorbo Café, una historia de recuperación tras un fuego

Desde que el coffeeshop abrió en el 2018, sus copropietarios Cristina Figueroa Colón y José Medina Mato han recurrido al ingenio culinario y la creatividad empresarial en medio de las adversidades.

Localizado cerca de tres hospitales – el Centro Comprensivo de Cáncer Héctor José Ferrer Ríos, Centro Médico y el VA Caribbean Healthcare System – se encuentra Sorbo, un restaurante de desayunos, “brunch” y almuerzos en San Juan.

El negocio, que abrió en el 2018, es el producto creativo culinario de Cristina Figueroa Colón y su esposo, el chef José Medina Matos. 

Foto por Ángeles R. Rodríguez Negrón

Los empresarios tienen una amplia experiencia laboral en la industria hotelera. Luego de unos desafíos personales, decidieron cumplir su sueño de habilitar un espacio colorido, crear un repertorio de platos exquisitos y brindarle una experiencia positiva a sus comensales. 

En agosto se cumplieron seis años desde que hicieron ese anhelo una realidad. 

“Seis años de mucho esfuerzo, de mucho trabajo. Comenzamos en este espacio sentando alrededor de 30 a 35 comensales. Hace dos años nos expandimos a [el local de al lado].  Ahora, sentamos alrededor de 82-84” y emplean a un equipo de 20 empleados, explicó Figueroa Colón. 

El restaurante ofrece una amplia variedad de cafés y desayunos como cremas – su maicena siendo la más popular -, tostadas francesas, omelettes, sandwiches.

También cuenta con platos clásicos de “brunch” como el “chicken and waffles” (pollo y waffles), “steak and eggs” (carne y huevos) y hamburguesas sabrosas.

Además de su carta regular, diariamente publican su menú de almuerzo en sus redes sociales de Instagram y Facebook

Foto por Ángeles R. Rodríguez Negrón

“En los ‘weekends’, tenemos un menú especial” en el que se desempeñan con comidas variaciones creativas de su menú tradicional, añadió la copropietaria. 

También, todos sus postres son confeccionados en la casa. La idea surgió del amor de Figueroa Colón por la repostería, que inició en la niñez y la reencontró en su trayecto como emprendedora. Ahora, es la encargada principal de hacer quesitos de diferentes sabores, bizcochos, panes, “brownies” y otros dulces.

Creatividad ante la adversidad

Desde que el coffee shop abrió, Figueroa Colón y Medina Mato han recurrido al ingenio culinario y la creatividad empresarial en medio de las adversidades. 

Durante la pandemia del Covid-19 en el 2020, el matrimonio “hacía brunch boxes, cajitas de pastries, las limonadas por medio galones, los jugos” y confeccionaban bizcochos grandes para cumpleaños para sostener al negocio. 

Todo el esfuerzo valió la pena porque después del coronavirus, “nuestra clientela aumentó muchísimo más” al hacer entregas de comidas constantes a los hospitales cercanos. 

Sin embargo, en agosto, Sorbo sufrió un siniestro.

A las 5:00 de la mañana del lunes, 12 de agosto, Figueroa Colón, se percató de un olor fuerte a quemado, sin pensar que provenía de su restaurante. Vio el humentín al abrir las puertas y, al intentar prender la luz, salió una chispa.

Foto suministrada

El lado derecho del local no tenía electricidad y había tizne en todas sus superficies coloridas: las mesas, sillas, productos, paredes… Todo estuvo cubierto en un polvillo negro.

Efectivamente, una cámara de seguridad que no fue afectada captó el momento en que un incendio se desató en la cocina alrededor de las 7:00 p.m., del domingo, 11 de agosto. “Un momento bien difícil, frustrante y mucho miedo”, expresó Figueroa.  

En los siguientes ocho días, el negocio fue limpiado, pintado y restaurado. El apoyo de su equipo de trabajo y de los comensales la conmovió. 

“Los comensales que venían por ahí nos traían café, nos traían comida, nos saludaban. Nos daban abrazos. La cantidad de mensajes bonitos ha sido algo bien impresionante en medio de lo difícil”, reaccionó la emprendedora. 

“De la manera [en] que más nos pueden ayudar es apoyándonos; viniendo a nuestro negocio, regando [la voz de] que ya abrimos”, añadió.