Cristina Villalón, cofundadora de Valora Ventures.

Empresa puertorriqueña desarrolla vivienda asequible minimizando el impacto ambiental

Luis Alfaro Pérez

diciembre 11, 2024

Cristina Villalón, cofundadora de Valora Ventures, comparte en Punto Aparte retos y estrategias para lograr un desarrollo urbano sostenible, una de las metas de la entidad para el desarrollo de bienes raíces.

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Atar la sostenibilidad con el desarrollo económico podría sonar inusual, pero a eso apuesta Valora Ventures: generar soluciones de impacto social y económico a través del desarrollo urbano sostenible.

Por eso, la nueva entidad para el desarrollo de bienes raíces, según se describen en su página web, firmó el Compromiso 2030 del Instituto Americano de Arquitectos (AIA, en inglés), cuya meta es solo diseñar proyectos que produzcan cero emisiones de carbón para el año 2030.

Sobre este compromiso y sus estrategias de desarrollo sostenible habló la cofundadora de la firma, Cristina Villalón Brito, en una edición reciente del podcast Punto Aparte.

Villalón creó Valora para combinar sus dos décadas de experiencia en desarrollo —como cofundadora de la reconocida firma de arquitectura y diseño Álvarez-Díaz & Villalón— con las de Natalia Guzmán Pérez, ex vicepresidente de la rama de Community Development de Banco Popular.

Estrategias para mejorar los espacios urbanos

Cada año, se rompen las cifras máximas de calor experimentadas en la isla, al igual que en otros países. Organizaciones como la NASA han advertido sobre cómo reducir la emisión de carbón y gases invernaderos es clave para reducir la temperatura global.

Entre sus metas, Valora Ventures busca revitalizar los cascos urbanos y crear vivienda asequible. Para potenciar el impacto social de estos proyectos, Villalón y Guzmán apuestan a estrategias de diseño pasivo: diseños que utilizan el ambiente natural para proveer fresco, iluminación y ventilación a un edificio.

El fin de estas estrategias es reducir la energía consumida y, en su lugar, priorizar sistemas eficientes de energía. Algunas estrategias que mencionó Villalón fueron:

Glazing: La instalación estratégica de paneles de cristal y ventanas puede aprovechar al máximo la luz natural para iluminar los espacios, reduciendo la necesidad de usar bombillas y luz interior.
Aislamiento térmico: Aumentar la capacidad de aislar aire, en un edificio, puede reducir la energía que requiere una consola para enfriar un espacio. En temporadas calurosas, el ahorro energético sería aún más notable.
Carbon capture: Aditivos que se añaden al concreto para capturar el carbono emitido durante procesos de construcción.
Diseño biofílico: Insertar aspectos de la naturaleza en espacios urbanos e interiores. Las plantas resaltan por su capacidad para limpiar el aire de dióxido de carbono.

Estas estrategias ayudan a que la energía requerida para tener espacios cómodos sea menor y abre las puertas para transicionar a fuentes limpias de energía, como aquellas que aprovechan la energía solar y la eólica.

Repensando la ciudad

El desarrollo urbano sostenible busca facilitar estilos de vida menos contaminantes. De ahí, Villalón trae la importancia de “unir la ciudad” a través de espacios transitables a pie.

“Yo creo que es importantísimo que, lo que sea que se cree, sea caminable. Este concepto de walkable cities es sumamente importante”, puntualizó.

Las ciudades caminables reducen el tiempo perdido en tapones, lo cual se suele vincular a estilos de vida menos felices. A su vez, menos carros en la carretera equivale a emisiones de carbón reducidas.

¿Pero qué necesita una ciudad para ser caminable? Según Villalón, lo siguiente:

Conectividad: Tener transporte público accesible en puntos claves. Como ejemplo, mencionó el antiguo trolley de Santurce, que conectaba los ciudadanos con todo el área de manera conveniente y reducía el tránsito.
Planificación: Priorizar carreteras de dos carriles en lugar de carreteras “one way”, para facilitar el tránsito local y la conexión directa con las comunidades. Las vías de bicicleta ayudan a lograr esto por igual.
Mantenimiento: Mantener las aceras limpias, iluminadas, niveladas y despejadas provee la infraestructura necesaria para que las personas puedan caminar, ejercitarse y transitar de manera segura.

Por último, enfatizó la importancia de “soluciones sencillas”: sembrar árboles, colocar bancos y hacer las áreas amenas para los peatones. Como ejemplo, mencionó el potencial de los bosques urbanos, conocidos como “corredores verdes”, que redujeron la temperatura en 2°C en la ciudad de Medellín, haciendo las caminatas más atractivas y placenteras.

Lugares como Danehy Park Forest en Cambridge, Massachusetts han bajado la temperatura hasta diez grados menos, gracias a iniciativas de bosques urbanos. La reforestación urbana también se puede realizar a través de parques urbanos y de jardines de lluvia.

Los retos persisten junto a la esperanza

Entre los desafíos que enfrentan, resalta la accesibilidad de fuentes alternas de energía.

“Cada vez necesitamos más energía, y entonces, los clean energy sources, todavía la tecnología no ha adelantado lo suficiente como para poder reemplazar mañana y llevar los fossil fuels a cero. […] Lo que tienen, y la razón por la que han subsistido todo este tiempo, es que son económicas y que son easily accessible (de fácil acceso)”, explicó la diseñadora.

Esto, junto a la demanda energética de tecnologías emergentes como la IA, subrayan la necesidad de sistemas más eficientes. La falta de incentivos gubernamentales para desarrollar proyectos con estos componentes es otra limitación.

Sin embargo, el compromiso de Valora Ventures se centra en reutilizar la infraestructura existente e identificar los recursos necesarios para que sea económicamente viable. Así, se reduce el impacto ambiental de la construcción.

Pese a los límites, Villalón quiere construir un Puerto Rico donde las personas puedan quedarse. Para ella, la isla cuenta con lo necesario para potenciar estas transformaciones.