Wilhelmus Caanen: “Me gustaría seguir evolucionando como entrenador”
El dirigente de los Criollos de Caguas habla en Punto Aparte de su crecimiento en el baloncesto, la influencia familiar, cómo ha superado sus retos y lo que se viene con su equipo de cara a la temporada 2025 del BSN.
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Wilhelmus Caanen, dirigente de los Criollos de Caguas en el Baloncesto Superior Nacional (BSN), se encuentra en uno de sus mejores momentos. Tras ganar el campeonato del BSN el año pasado, el primero de su carrera como deportista y entrenador, coach Caanen siente que ha cumplido sus sueños.
Sin embargo, todavía cree que puede ser mejor entrenador y que necesita devolver a la comunidad mucho de ese amor que recibió desde su infancia en las canchas.
No siempre se sintió tan a gusto en su rol. En entrevista con el podcast Punto Aparte, Caanen relató sus inicios en el deporte, cómo ha superado sus retos, cómo ve el futuro de su equipo y qué sueños le faltan por cumplir.
En la infancia, el deporte lo encaminó
Nacido en Brooklyn, Caanen se crio en Ponce con su madre y sus dos hermanos. Pese a los retos que enfrentaron como familia, recordó que fue en las clínicas de baloncesto de su barrio donde encontró su camino.
“Yo soy hijo de madre soltera… Mi mamá se mantuvo firme ahí bregando con tres chamacos y el deporte fue lo que me encaminó”.
“Esos angelitos que están en las canchas, las diferentes personas que bregaban con nosotros (…) cuando veníamos desarrollándonos eran los que te daban jaloncitos de orejas y te decían: ‘¿Para dónde vas?’”, contó sobre sus inicios en el baloncesto en su infancia.
Esto lo llevó a amar al deporte a tal punto, que se convirtió en deportista profesional y jugó en seis equipos distintos del BSN por 18 años, “a pesar de no ser el tipo más talentoso”, reconoció Caanen, quien resaltó la carrera de baloncelistas como Eddie Casiano, Carlos Arroyo y José Juan Barea.
¿En qué equipos jugó Wilhelmus Caanen?
“Yo era un guerrero como jugador. Yo me las inventaba, pero yo estaba claro, a lo mejor con un poquito de mayor trabajo y mayor disciplina, me hubiera convertido en un mejor jugador, tal vez.”, dijo.
Ese amor que recibió en las canchas de pequeño es lo que quisiera devolver a la comunidad en su pueblo adoptado de Caguas: permitir que los jóvenes tengan un camino a seguir, bien sea el del baloncesto profesional o el de tener un apoyo para sus vidas. “Eso es lo que nosotros queremos brindar para ver si el día de mañana, no necesariamente tienen que ser deportistas profesionales, que sean personas de bien”, resaltó.
Su evolución: cómo se convirtió en coach de campeones
Tras culminar su carrera como deportista profesional, Caanen se inició como entrenador, pero “no disfrutaba tanto”. Tuvo que evolucionar como entrenador y dejar el baloncesto por 15 años, antes de retornar al BSN para su primer campeonato.
Estas experiencias como jugador y posteriormente como parte de los equipos técnicos de varios equipos y su rol como entrenador lo llevaron a darse cuenta de la importancia del entorno para enamorarse del proceso, disfrutar las victorias y aprender de las pérdidas.
“Yo tuve oportunidades de ganar y ganamos y no pasó nada, porque era como que éramos individuos. Pues ganamos, levantamos la copa… Cuando tuve la oportunidad de competir y ganar y perder como familia, vi algo ahí. Y yo dije, no, aquí hay algo“, contó.
Esto lo llevó a hacer comunidad con su equipo, hasta convertirse en familia, algo que para Caanen es “todo”. El sentido de familia ha sido imprescindible tanto en su evolución como persona –con el apoyo de su madre, tíos, tías, «primos y tíos postizos», amigos–, como en el proceso de formar un equipo campeón del BSN, un hito que los Criollos lograron por segunda vez en su historia.
“Por eso lo del año pasado estuvo tan chulo, fue tan especial, porque nosotros sentíamos y padecíamos el uno por el otro. Nosotros no hubiéramos ganado (sin sentirnos como familia) y yo sentía amor por esos tipos y ellos por mí”, relató emocionado.
El futuro de los Criollos y las Criollas de Caguas
De cara a la nueva temporada del BSN, coach Wil quiere “darle continuidad a lo que ya iniciamos”, teniendo en cuenta que una de las cosas más importantes es la unión como grupo.
“Creemos mucho en lo colectivo… Los equipos que pueden trabajar en unión, que creen en el colectivo, pero tienen talento y añadiendo otras cosas, tienen mayores posibilidades”.
Con la inclusión de las Criollas de Caguas a la franquicia a finales del año pasado, Caanen reconoce que “somos la primera organización que tiene ambos equipos”, por lo que se prepara para “aprender de lo que el baloncesto femenino nos ofrece” e impulsar el amor de los fanáticos por ambos quintetos.
El futuro de Caanen: “Tengo la bendición de ser coach 100%”
Caanen reconoce el privilegio que tiene de ser entrenador a tiempo completo y considera que es “como haber logrado mis sueños”. Sin embargo, quisiera “seguir creciendo como entrenador” y abre la posibilidad a que, en un futuro, pueda participar del baloncesto profesional en otras partes del mundo.
“Me gustaría seguir evolucionando como entrenador. No tanto para mí, sino para seguir aportando al deporte en Puerto Rico. Seguir creciendo, ya sea en o fuera de Puerto Rico, sea en los Estados Unidos, sea en Europa. Si la oportunidad se da, bienvenida sea, pero no me creo falsas expectativas”, expresó.
Y si algún día tuviera que salirse de las canchas, a Caanen le “encantaría tener la oportunidad de trabajar en la televisión con básquetbol o en un podcast con básquetbol”, con lo cual no se alejaría del deporte que tanto le ha dado.
“Si papa Dios me da salud, no creo que nunca me quite. De ahí me sacan muerto”, sentenció.
